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CLASES DE FANTASMAS
- N. M. Tyrrell, autor de un clásico libro sobre el tema, Apparitions (Apariciones), publicado en 1943, identificaba cuatro grupos principales sobre la base de la conducta adoptada por los presuntos espíritus, más conocida que su propia naturaleza:
-Apariciones que frecuentan habitualmente un lugar determinado. Generalmente no suscitan miedo, son inofensivos y llegan a ser tratados como un miembro más de la familia.
-Apariciones post-mortem. Suelen tener lugar muy poco tiempo después de la muerte de la persona reaparecida, y no acostumbran a estar relacionadas con un lugar o acontecimiento concreto; parecen ser como despedidas.
-Apariciones en casos críticos. El aparecido es alguien que está viviendo una experiencia importante (a menudo desconocida por el testigo de la aparición), como un accidente, una enfermedad o, por supuesto, la muerte, y se muestra ante una persona o personas simultáneamente a esa experiencia, no después de la misma.
-Aparición inducida. En estos casos, el fantasma es citado a aparecer o puede ser no el de una persona muerta o moribunda, sino el de alguien vivo que intenta con deliberación hacer que su imagen se haga visible a otra persona; se habla entonces de bilocación, si se trata de santos, o en el folclor alemán de doppelganger (en el irlandés, fetch).
En este tipo de apariciones parecen haberse excluido aquellas en las que la aparición adopta una actitud comunicativa e interactiva con aquel a quien se muestra, pudiendo hablar o comunicarse con él, mucho tiempo después de su fallecimiento.
FANTASMAS EN LA RELIGIÓN Y LA HISTORIA
Puesto que la Biblia dice muy poco acerca de estos fenómenos, el tema de los fantasmas, las apariciones y los aparecidos es controvertido entre los seguidores de Cristo. Sin embargo, muchas personas confiables han tenido experiencias relacionadas con estos fenómenos, y sus relatos son tan impresionantemente similares que no parece sabio simplemente negar su existencia.
En el tejido religioso, se menciona en el Antiguo Testamento, a la Bruja de Endor, invocando al espíritu del profeta Samuel.
¿Aparece la palabra fantasma en la Biblia?, la respuesta es SÍ, cuando Jesús caminó en el agua los discípulos asustados se refirieron a Él como un fantasma:
Mateo 14:26 “Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo! Un fantasma! Y dieron voces de miedo.”
No existe documento magisterial, de los Concilios Ecuménicos o del Obispo de Roma que hable o mencione a los fantasmas en la Iglesia católica. Según el Concilio Vaticano II la revelación acabó con el Mesías y no se debe esperar ninguna otra manifestación.
El Protestantismo no admite la existencia de fantasmas ya que no acepta la existencia del Purgatorio; para esta forma de Cristianismo se trata de fenómenos demoníacos. El último Catecismo de la Iglesia Católica no admite la existencia del limbo, aunque algunos teólogos la postulan, pero sí la del Purgatorio, al contrario que el Protestantismo. Estima perjudicial, autodestructivo y pecaminoso el uso de la necromancia, la Ouija, el Tarot, y cualquier ceremonia o procedimiento no religioso de adivinación con el cual se obtenga comunicación con la otra vida porque puede ser usado por el demonio para dejar una puerta para la que pasar en cualquier momento; según exorcistas y demonólogos como el padre José Antonio Fortea, recurrir a estos rituales, fuera de ser extremadamente peligroso desde un punto de vista psicológico, supone dejar puerta abierta para que entre sin invitación uno cualquiera de la numerosa jerarquía de espíritus no humanos o demonios que mienten y se disfrazan de fantasmas o almas del Purgatorio. Por otra parte, según la escatología existe un limbo que literalmente significa «limite» del infierno al que van las almas. En cuanto a la consulta de médiums, en Deuteronomio XVIII, 12-14, no se niega la existencia de estas personas, pero se dice que no se debe recurrir a ellos:
“Cuando entres a la tierra que Yahveh tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Yahveh cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Yahveh tu Dios echa estas naciones de delante de ti”.
Los demonios, espíritus no humanos, por el contrario, pueden poseer lugares (la llamada infestación) o personas (la posesión demoniaca) y, si están ocultos, se manifiestan al cabo de intensas, prolongadas y duraderas sesiones de oración. Los demonios sólo poseen el poder de tentar y atacan el lado más débil de la persona tras un paciente y profundo estudio de la misma.
Lo más concorde con los dichos de los santos y la revelación privada hecha a muchos es que el lugar del Purgatorio es doble. Uno según la ley común (unum secundum legem comunem). Y el otro es el lugar del Purgatorio según la dispensación (alias est locus secundum dispensationem) y así se lee de algunos que fueron castigados en diversos lugares (diversis locis) bien para enseñanza de los vivos al dar a conocer la pena de esas almas o bien para ayuda de los muertos.
LA CIENCIA Y LA FENOMENOLOGÍA PARANORMAL
La creencia en las manifestaciones de los espíritus de los muertos, se remonta al animismo o culto a los antepasados en las culturas preliterarias, con ciertas prácticas religiosas – exorcismos, ritos funerarios, prácticas espiritistas y rituales mágicos- diseñados para proporcionar descanso a los espíritus de sus muertos.
De acuerdo con algunas culturas actuales, las visiones de fantasmas son asociadas a una percepción de miedo siendo causa significativa de su estudio para ciertas religiones como: el Hinduismo, Islamismo, Budismo, Shintoismo, Jainismo, Espiritualismo y Cristianismo; con metodologías en concordancia con sus convicciones. La Nueva Era, intenta racionalizar la creencia habitual afirmando que los aparecidos obedecen a energías negativas acumuladas o de efigies holográficas de humanos que dejan infiltrado el espacio con su imagen y actividad.
Todo esto ha sido fuente de creación de inimaginable número de leyendas que han viajado en los tiempos, transformándose con el ímpetu cultural de cada región del mundo, generación tras generación, hasta nuestros tiempos. Han dejado en el camino la inspiración para obras en todos los ámbitos conocidos del arte y la narrativa, donde se han desarrollado en un formato dentro de la ficción del género de terror (cuento de terror), de lo que se conoce en el mundo anglosajón como «weird tale» (cuento extraño, insólito o de miedo).
En el siglo XXI se sigue entendiendo a los espectros como almas en pena que no encuentran descanso tras su muerte y quedan atrapados entre el mundo material y espiritual, a pesar del florecimiento de una corriente escéptica y científica, que propone desacreditar estas teorías supersticiosas, siendo uno de los representantes más conocido, Harry Houdini o James Randi, escritor ilusionista, y escéptico canadiense.
Los conceptos de científicos como Carlos J. Álvarez, profesor de Psicología Cognitiva de la Universidad de La Laguna, sin cerrar las puertas a la posibilidad de la existencia de los fenómenos paranormales, afirman que debido a sus sesgos y errores metodológicos. Algunos han sido simplemente fraudes. Por otro lado dicen que no existen modelos teóricos para explicar los datos. La definición misma de Percepción Extrasensorial o de cualquier otro supuesto fenómeno paranormal es puramente descriptiva (no explicativa, algo también fundamental en ciencia) y se basa en una negación: aquella percepción que no se realiza a través de los sentidos.
Por otro lado, la mayoría de personas que se autocalifican como parapsicólogos no poseen ninguna titulación universitaria ni formación acreditada.
Es cierto que se han realizado experimentos, sobre todo en EE.UU. y en el Reino Unido (en Edimburgo existe un laboratorio de parapsicología en la propia facultad de Psicología), que supuestamente han encontrado evidencia de ciertos fenómenos paranormales como la telepatía o la telequinesis (mover objetos con la mente). Entre ellos cabría citar a Rhine, uno de los fundadores de la parapsicología, Levy, Targ, Puthoff y muchos otros, incluyendo a los más actuales, por ejemplo Honorton y sus experimentos ganzfeld. El ganzfeld es un campo visual y perceptivo homogéneo bajo el cual los sujetos intentan usar sus poderes psíquicos para describir un dibujo u otro estímulo visto por el “remitente” en una habitación distante. De acuerdo siempre a sus autores, parece que esta nueva técnica está dando resultados prometedores. Sin embargo, son muchas las críticas de tipo metodológico y estadístico realizadas por investigadores escépticos como los psicólogos Stokes, Hyman, Alcock y Wiseman.
Continuará
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