
Como una confabulación de ángeles contra demonios, se encienden luces. Un año cargado de sorpresas pasará a la historia. El temor al futuro nunca estuvo tan presente y en la cena de navidad muchas sillas estarán de luto en torno a las mesas. Parientes que no se pudieron despedir.
En diversos lugares del mundo, las guirnaldas brillantes serán reemplazadas por cintas de color morado, como símbolo de trasmutación, de cambio de estado, de despedida.

Pasando la frontera de lo material, los corazones fríos, cargados por el dolor, se llenarán de promesas de renovación, nuevos comienzos les esperan.
Saber que el cambio es permanente, que todo sigue un curso misterioso que nos conduce en crecimiento, aun sin saberlo avanzamos siempre.
El dolor por el apego a quienes acompañaron parte de nuestro caminar, ciega los verdaderos ojos.
Navidad, natividad, renacer.
Que brillen las luces de las almas en esta navidad.
Corto y sustancioso, como me gusta. Gracias poeta OlgaLú.
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Saludos, Víctor Manuel.
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«Navidad, natividad, renacer».
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La época más bonita de vivir.
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Si, renacer.
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Me gustó.
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Es tan bonita esta época.
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Me gusta mucho, si.
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La navidad siempre me pone triste.
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