OTROS MUNDOS III

MEZCLA DE HOGUERAS, HECHIZOS, CALABAZAS Y BOMBONES -31 DE OCTUBRE-

Telarañas, calabazas sonriendo y brujitas volando en su escoba, dan la bienvenida en casas, locales y sitios públicos. Es 31 de octubre.

Pero esta historia no inicia de manera tan inocente y juguetona. Aunque sea en medio de “el puente de todos los santos”.

Samhain​ o Samaín​, festividad de origen celta durante el período pagano en Europa hasta su conversión al cristianismo, en la que la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre celebraban el final de la temporada de cosechas y era considerada como el «Año Nuevo Celta». Los antiguos pueblos celtas asociaban la llegada de los días más fríos y oscuros con la muerte.

Festival en el que se dice, se practicaba la adivinación; brujas y duendes atormentaban a los campesinos y los Druidas (hombres con autoridad que entre los antiguos pueblos celtas y galos podían ejercer funciones de sacerdotes, profesores, o jueces), demandaban contribuciones de comida.

Los celtas creían que el Samhain (para ellos “el señor de la muerte”) permitía a las almas de sus muertos regresar durante esa noche en la que se paseaban demonios, fantasmas y gatos negros. Se ordenaba a los pobladores que encendieran una fogata en sus casas entre tanto que ellos encendían otra gigantesca en lo alto de las colinas, para alejar el mal.

En medio de las hogueras los druidas creían que, al quemar un viejo roble, éste reencarnaría en un sacerdote druida, en el roble crecían las plantas llamadas muérdago (que se utilizaban para ceremonias secretas). Tenían la creencia de que eran uno con la naturaleza.

Los llamados “covens”, quienes eran doce brujas y un sacerdote adoraban a Baal (rey de los demonios). A lo largo de la celebración, algunos vestían disfraces hechos con pieles y cabezas de animales sacrificados (creían así obtener la fuerza de los animales que llevaban).

También se cree que ellos ofrecían sacrificios humanos, los que obtenían de los mismos pobladores del lugar. Se dice que recorrían casa por casa pidiendo un niño o una virgen para quemarlo en la gran fogata, los sacerdotes dejaban una fruta con una vela en su interior para prevenir que los demonios entraran y mataran a quienes habitaban ahí, a esto se le consideraba un trato. Si la familia se negaba a satisfacer la demanda, entonces marcaban la puerta de la casa y esa noche la oscuridad tenía entrada libre para destruirlos, esto era conocido como “la treta” o “trato”.

El “trato” o “trueque” era una exigencia de contribución de alimentos, representada hoy, en la exigencia de dulces realizada por los niños disfrazados.

El día de los difuntos se celebraba originalmente en mayo, pero a finales del siglo IX se pasó al primero de noviembre para contrarrestar la fiesta pagana, aunque a la víspera del 31 de octubre se le llamaba víspera de los fieles difuntos. En 834 D.C., el Papa Gregorio IV instituyó el día de todos los santos o de las brujas como una fiesta cristiana, creyendo así eliminar El Samhai, pero no sucedió, estas prácticas paganas aún sobreviven.

Por el año de1717 se reunieron los druidas de Europa para reinaugurar el druidismo. Se considera que los irlandeses fueron los pioneros en estas prácticas.

Durante la Gran Hambruna (1845-49) en Irlanda, más de un millón de personas emigraron a Estados Unidos. Llevaron consigo su historia y tradiciones, entre ellas la celebración de Halloween.

El Halloween, una tradición europea atribuida a los celtas quienes poblaban la antigua Inglaterra, Irlanda y el norte de Francia.

Este tiempo es considerado idóneo para complacer y reconciliar a los poderes sobrenaturales que se creía dominaban la naturaleza, y se pensaba que no existía mejor época en todo el año para practicar la adivinación y hechicería

Así, por estos días en muchos lugares es usual el reencuentro con los muertos, el necroturismo, las fiestas de disfraces, hogueras en torno a las que se cuentan historias terroríficas. Pero también se dice que los hechiceros, magos negros y algunas zetas nefastas aprovechan para hacer sus prácticas y rituales que invocan la oscuridad.

La población de Salem, en Massachusetts, Estados Unidos, que se precisa ser la patria de la brujería norteamericana, celebra ahora una “fiesta de espantos” la noche de Halloween, para extender su temporada turística de verano.

SIMBOLOGIA RITUAL

–Murciélagos y lechuzas: se asocian a la creencia de comunicación con los muertos.

–Media Luna: representa la relación de la noche con la magia.

–Gato negro: se ha creído que da su fuerza a las brujas y representan la reencarnación de los muertos malvados.

–Las calabazas talladas con el rostro de personas: están relacionadas con las máscaras de muerte utilizadas por los druidas durante el Samhain.

–La luz que se coloca para iluminar la calabaza por dentro: era para iluminar el camino, para disuadir a los espíritus que vinieran a asustar a los caminantes en esa oscura noche.

–Los colores anaranjado y negro: alude creencias ocultistas. Iban ligados a misas ofrecidas por los difuntos, que celebraba en noviembre. Las velas de cera de abeja sin blanquear, que se usaban en la ceremonia, eran anaranjadas, y los féretros ceremoniales se cubrían con una tela negra.

–El caldero: para los antiguos druidas un caldero simbolizaba la abundancia.

EVOLUCIÓN DE ESTE FESTEJO

Se ha pensado que el 31 de octubre es la noche en que el velo entre los espíritus de los muertos y los vivos es más delgado. Por eso para aplacar a los difuntos, se les debe “hacer un regalo”, para que no hagan pasar malos ratos a los vivos.

Aunque ha cambiado al paso del tiempo, Halloween sigue siendo un espacio para que adultos y niños jueguen con sus miedos y fantasías. Se reúnan en medio de fogatas y recuerden historias ancestrales.

 En 1964, Helen Pfeil, un ama de casa estadounidense, regaló caramelos envenenados a niños que ella consideraba «demasiado viejos para el juego».

No hubo víctimas, pero el episodio dio lugar a varias leyendas urbanas sobre «golosinas contaminadas» que perdura hasta hoy.